DUSTIN MUÑOZ: LAS FORMAS DE UN MUNDO NEOBARROCO.
Por Odalís G. Pérez.
Nacido en Loma de Cabrera, República Dominicana, Dustin Muñoz es conocido por sus búsquedas formales y temáticas, pero además por sus habilidades en el marco de la composición pictórica y en la línea misma de su concepción pictórica. Aunque sus imágenes participan de una conjunción que se caracteriza mediante la forma-sentido del pintar, lo que ha producido el artista desde la imagen trascendente organizada como texto y mundo ha sido una tópica de los sentidos que aun cuando el mito de la forma gráfica y la sustancia de una naturaleza alterada en sus componentes de base.
El artista ha pensado su materia-forma desde una concepción que asume como terrenalidad y eje imaginario particularizado, habida cuenta de los signos que resitúan el significado como ilusión y razón de ser del cosmos visionario, esto es, del fundamento que remite a los orígenes mismos de la fabula visual.
La individualidad artística reflejada como atributo contingente de lo pictórico, se convierte en travesía ontológica y auroral a partir de lo que el artista contextualiza desde la forma mítica, o, desde lo que este acentúa, particulariza y moviliza a partir del imaginario mítico u filosófico de la forma-sentido.
El arraigo en un orden cualificado como prentificación de los orígenes, se justifica en el plexo de un cuadraje estimado en la lectura de los símbolos y las alteridades de la pintura y lo pintado.
Se trata, en el caso de este artista, de una cosmopoieses común a todo creador visual que interroga su objeto y se interroga desde la constitución inminente de su objeto entendido como arte. Al encontrarse con los ejes y las alteridades visibles que concentran los temas, tipos, antitipos y cuerpos visuales, Dustin Muñoz busca en el tótem la expresión originaria, y en la máscara terrígena la imagen conjugada de un símbolo y una representación autoproyectiva.
Las nuevas vertientes de la historia y la crítica de arte promueven las explicaciones de las obras surgentes a partir de la inclusión de imágenes antinormativas u originarias que fluyen desde una conformada a partir de mitos y símbolos culturales, hace que el artista reproduzca las líneas de una imagen fundad en metáforas antropológicas, cuyo continente y contenidos crean los diversos niveles estéticos de la representación visual asumida como propósito.
En 1995, Dustin Muñoz presenta su primera individual titulada Homenaje al Dibujo en la ENBA, y en 1996, en Casa de Francia, presenta su segunda individual titulada De Natura. Más tarde, en el 2002, logró despertar interés en coleccionistas puertorriqueños, dominicanos y de otros países caribeños. Aparte de exponer en colectivas dentro y fuera del país, el artista Dustin Muñoz se liga al cuerpo docente de la ENBA, y del Departamento de Filosofía de la UASD de donde es también egresado.
La obra pictórica de Dustin Muñoz cobra calor en los años 90, cuando participa en exposiciones conjuntas o colectivas, y donde afirma de manera significativa sus creencias, en un tipo de arte donde lo mítico, lo ancestral y lo religioso se reconocen desde una instrucción estética unificadora, tal como hemos observado en las exposiciones colectivas tituladas Ave Gratia Plena (2001), Entre Ocres y Utopías (2001), Fructus Divini Arboris (1996), presentada esta última en Casa de Bastidas.
En el contexto de la técnica composicional, Muñoz articula el cuadro como síntesis de línea, color, luz y textura mediante un sobrepeso de los elementos y materiales constitutivos, dispuestos en los niveles más concentrados de la superficie del cuadro. Técnica y lenguaje funcionan entonces como hybris y procedimientos asumidos en la perspectiva de una obra que se ajusta en el orden de una mirada construida en base a una co-figuralidad propia de la visión que abraza este artista desde la metamorfosis neobarroca y postfigurativa.
Si Dustin Muñoz ha aceptado interpretar los motivos fundamentales del arte pictórico y su línea de creación, es porque precisamente ha mirado, ha creado, ha producido el sentido mítico y originario de su pintura en el marco de una búsqueda de medios expresivos y técnicos particularizados en el ámbito creacional y estético-perceptivo. La libertad de creación que motiva este artista dominicano en su obra, asimila toda una historia del pensar artístico localizado en tiempo y recepción.
Entendemos que los modos de realización que se conjugan en el cuadro (véase, Rayos de sol sobre tierra fértil, El descanso de un búho, Último intento, Conforme a la Naturaleza, y otros), dependen de soluciones iconográficas particularmente pictóricas, que registran fórmulas y metamorfosis visuales propias de la tradición arcaica y moderna caribeña.
El registro de este artista promueve un ámbito antropológico-artístico y poético-visual que reclama un dialogo en contexto, organización-estético-sensible y productividad cultural, siendo así que el tipo de figuralidad asumida por el artista se justifica en un universo individual fundado en la historia misma de los signos pictóricos. El ámbito de trabajo artístico de Dustin Muñoz se afirma en el lenguaje de una visión recurrente y mitográfica extendida también en las líneas comunicativas del arte actual.
Texto por Odalís G. Pérez, ADCA-AICA
Libro Matices del Caribe, Arte Surgente del Siglo XXl, 12 artistas dominicanos.
Editor: Joaquín Rosario, editora Amigo del Hogar, 2007, Págs. 82-83